Carta a...
Quiero que puedas crecer sin miedo, sin cadenas mentales ni económicas, pues aunque el mundo es viejo, podemos hacerlo cada día mejor.
No quiero que veas golpes, ni gritos y ni siquiera palabras ofensivas, no porque quiera descontextualizarte de un mundo que a veces es fuerte, sino para que crezcas con la certeza que lo normal para ti debe ser eso.
Quiero que te sientas vista y no ignorada, aceptada y no rechazada, validada y no descalificada, no porque quiera que crezcas aislada de ciertas realidades, sino porque sé que aprenderás a verte a ti misma de la misma forma como quienes te amamos te vemos, y al verte a ti misma de esa manera, sabrás lo mínimo que mereces. Quiero que sepas que aunque toda la vida serás mi princesa, no impediré que explores los reinos que quieras explorar, ni que te raspes al caer un día, pues la princesa que veo en ti no es la de las películas, sino las de los multiversos de marvel.
Tratare cada día de cuidarme más de los posibles lastres de machismo que quizás aún quedan en mi, pues quiero que veas que muchos de nosotros si estamos evolucionando y que aunque escuches lo contrario, no todos los hombres son iguales, pues la decencia no tiene género.
Y así, cuando tengas tus hijos, si así lo decides, podrás enseñarles que aunque el mundo es viejo, podemos hacerlo cada día mejor.
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